dimarts, 29 de novembre del 2016

esqui




El esquí de montaña es una disciplina del alpinismo invernal que consiste en el ascenso y descenso de montañas con la única ayuda de los esquíes, sin ningún tipo de propulsión mecánica. Esta característica lo convierte en uno de los deportes más completos que existen, pues sus practicantes precisan de gran variedad de perfiles atléticos: la ascensión con los esquís puestos, habilidad para desplazarse en el llano y saber practicar el descenso en todo tipo de nieves y pendientes, además de ser buenos alpinistas: conocer las características de la montaña invernal, sus peligros y dificultades.

El esquí de montaña surge como la unión del esquí y el alpinismo, convirtiéndose en el deporte que permite a todos aquellos amantes de la montaña, continuar avanzando cuando estas están ya cubiertas de nieve.

El escenario del esquí de montaña es exclusivamente la naturaleza, pues el ascenso y descenso se producen “fuera de pista” en terrenos no preparados, donde no se ha producido ninguna intervención humana (exceptuando en las competiciones dónde se marcan unas trazas con tal de no perjudicar a quienes vayan en primera posición).

Los esquís, fijaciones y botas son diferentes a las de la modalidad alpina o al esquí de fondo, además de poseer material específico como por ejemplo las llamadas “pieles de foca” necesarias para evitar que los esquís se deslicen hacia atrás en las subidas. Los atletas emplean cascos especiales y llevan consigo una ligera mochila. Además, es imprescindible llevar un ARVA (Appareil de Recherche de Victime de Avalanche) que, pegado al cuerpo, emite señales en caso de que se produzca una avalancha y el deportista quede sepultado bajo la nieve.
Las competiciones en esquí de montaña

Las primeras competiciones de esquí de montaña surgen en 1893 en Alemania. En 1924 el esquí de montaña forma parte de los primeros Juegos Olímpicos de Inverno celebrados en Chamonix (Francia). En el esquí de montaña de competición los participantes deben realizar, sobre sus esquís, carreras por la alta montaña invernal, esta modalidad tiene como objetivo reunir, en competición, a los mejores esquiadores de montaña y equipos, promover el esquí de montaña entre los jóvenes y mejorar el nivel deportivo de los participantes.
En el ámbito nacional el calendario competitivo está dividido en Copa de España y Campeonato de España. La Copa de España consta de un mínimo de tres y un máximo de seis pruebas puntuables que, aunque pueden disputarse por equipos de dos  personas, la clasificación es siempre individual. De campeonatos de España hay uno por cada modalidad competitiva: individual, por equipos de dos corredores y cronoescalada.

Además los participantes en cada una de estas competiciones se dividirán, según su edad y sexo, en las 6 categorías y 4 subcategorías siguientes:
  1. Categorías Masculina y Femenina: Cadete, Júnior y Senior
  2. Subcategorías Masculina y Femenina de la Categoría Senior: Promesa y Veterano.

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